SIENDO COMO NIÑOS CON TU NIÑO INTERIOR

Sᴇʀɪᴇ: Nɪɴ̃ᴏ Iɴᴛᴇʀɪᴏʀ

Todos sabemos que los niños traen alegría, risas y felicidad a nuestras vidas. Los niños son, definitivamente, las mejores cosas que pueden sucedernos, son regalos del cielo.

Sin embargo, estos pequeños también pueden enseñarnos mucho. Cuando se trata de vivir la vida al máximo, los niños son los verdaderos gurús de la felicidad. Ellos entienden la vida mejor que la mayoría de nosotros, los adultos. Tienen una forma de enseñarnos las cosas más esenciales sobre la vida que solemos olvidar a medida que envejecemos.

Olvidamos reír ante las cosas más simples.

Olvidamos jugar.

Olvidamos vivir y disfrutar el presente.

Olvidamos notar las pequeñas cosas.

Olvidamos escuchar nuestras emociones.

Olvidamos ser curiosos sobre el mundo.

Olvidamos desaprender y reaprender.

Olvidamos no guardar rencores.

Olvidamos temer o no temer.

Despierta Tu Niño Interior

Hablando con sinceridad, muchas personas no estarán conscientes de todas estas cosas hasta que se conviertan en padres. Todo en tu vida cambiará. Mientras todas las cosas giren en torno al pequeño, algo interesante sucede. Comienza a crecer la comprensión de “vivir la vida al máximo” y a apreciar la verdadera felicidad.

Cuidando y observando a los pequeños, día tras día, las 24 horas del día, nos damos cuenta de que hemos estado descuidando a nuestro niño interior por años. Olvidamos lo importante que es realmente asumir la responsabilidad de este niño interior nuestro. Nos damos cuenta, también, de cómo muchos de nosotros maltratamos a nuestro niño interior. Y cambia la forma en que nos tratemos.

Cuántas veces hemos sido impactados por nuestros niños al reprocharnos algún acto negativo o grosero de nuestra parte; nuestra falta de amabilidad, incluso con nosotros mismos, que lastima no solo a otros, sino también a nosotros mismos. Nos damos cuenta por inspiración de un niño que solemos hablar cosas desagradables que no son ejemplo ni aún para nuestros niños. Gracias a ellos por recordarnos practicar la amabilidad; hagamos la promesa de evitarlo al máximo en el futuro. Es que los niños son tan puros, amables y directos.

Estoy seguro de que hay muchas más formas en las que podemos aprender de los niños a diario, ya sea que tengas los tuyos propios o simplemente observes a otros. Si dedicas tiempo a cultivar a tu niño interior, es posible que vuelvas a capturar parte de esa magia perdida que se ha empañado dentro de ti a lo largo de los años o con el paso del tiempo.

Reconecta tus emociones con tu niño interior
Reconecta tus emociones con tu niño interior

Aunque para algunos la paternidad puede ser estresante en ocasiones, la verdad es que se disfruta y se pasan momentos geniales juntos, los más pequeños nos dan la razón para participar en actividades infantiles, revisitar los divertidos parques temáticos y las tiendas de juguetes. Nos sentimos como un niño otra vez. Viviendo el momento sin preocupaciones, con diversión y felicidad.

Estos momentos de inmersión completa proporcionan una cura fugaz para nuestro estilo de vida acelerado.

Despertar a tu niño interior podría ser la mejor forma de vivir nuestra vida. Entonces, lee y analiza algunas ideas de estos artículos sobre nuestro Niño Interior, y observa cómo podrías comenzar a imaginar el mundo de nuevo, con ojos frescos e inocentes. Quizás veas el mundo de manera diferente. Mantente joven, mantente juguetón, mantente siempre curioso.

Lo importante ahora es que estás vivo, respirando, moviéndote, haciendo todo lo necesario para sobrevivir, pero la verdadera pregunta es: estás viviendo como un niño o solo una rutina que funciona para ti y seguramente sigue algo así como: trabajar, comer, dormir, comer, trabajar, dormir. La mayoría de las personas están atrapadas en este monótono ciclo de vida porque la sociedad ha estructurado las cosas de tal manera que es extremadamente difícil liberarse de la rutina diaria de responsabilidades, expectativas, presiones y plazos.

Muchas teorías diferentes podrían cruzar por tu mente, tal vez sea toda una conspiración para convertirte en un esclavo de esta sociedad y distraerte de seguir tu camino espiritual, o tal vez en algún momento te sacrificaste voluntariamente persiguiendo metas materialistas para adquirir un falso sentido de felicidad. Sea cual sea la razón, no es una exageración decir que tenemos la tendencia a perdernos entre todas las distracciones, responsabilidades y pruebas de la vida para encontrar consuelo en el falso sentido de cumplimiento a través de rutinas y cosas artificiales.

Por qué tenemos que seguir la norma de una rutina dañina, sin ese sazonador natural que le da sabor a la vida; la rutina implica repetición. La repetición permite la predictibilidad. La predictibilidad nos da un sentido de estabilidad. La estabilidad ofrece sentimiento de seguridad y antes de que te des cuenta, ya estarás agotado de toda la energía mientras llevas el vacío en tu corazón de que algo falta. Pero, ¿qué es exactamente lo que falta?

Siguiendo a Karen A. Baquiran, podemos responder: “Reconoce a tu niño interior. Aunque hayamos encontrado la luz en nosotros mismos hoy, a veces olvidamos sanar viejas heridas de nuestro pasado. Tu niño interior aún necesita ser amado para sanar el yo completo.”

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